En sus primeros tiempos el territorio sueco estaba ocupado por dos de las tribus que integraban a los pueblos germanos: Suecos en el norte, Godos en el sur, quienes vivían en una guerra constante a pesar de compartir las mismas creencias religiosas, posteriormente las tribus godas migraron hacia el sur, principalmente hacia Polonia y Alemania, buscando mejorar sus condiciones de vida (En los últimos años se habían venido presentando importantes cambios climáticos que destruyeron importantes rutas de comercio, algo básico para los pueblos suecos ya que debido al comercio de materiales como el ámbar, tenían un gran poder en la zona), esta migración ha sido una de las más grandes protagonizada por comunidades radicadas en Suecia.
Sin embargo, para la Edad de Hierro, la vida y a organización política de los pueblos suecos empezaron a estabilizase y a concentrarse al rededor de los grandes lagos, dónde se concentraron en la utilización del hierro, lo cuál mejoró sus condiciones de vida
Debido a la llegada de los romanos a estas tierras, fueron los suecos (Tribu que nunca emigró) los que opusieron una gran resistencia, tribu poderosa y guerrera, terminaron aliándose con las tribus germanas para participar del caos de las invasiones, saqueos y refriegas contra los romanos en los tiempos de decadencia de este.
Los siguientes periodos de la historia sueca, aunque conflictivos mostraron una gran brillantez en cuanto al poder bélico de Suecia, reflejado en las derrotas a sus pueblos vecinos como los daneses, unos de sus principales enemigos. Además su manejo del oro permitió que el hallazgo de gran cantidad de esta orfebrería otorgara a los pueblos suecos una "Edad de Oro", reforzada posteriormente por la importancia que adquirió el arte cuando los suecos estaban a punto de ser parte de las hordas vikingas.
Esta época de revolución cultural permitió descubrir entre los pueblos suecos a una sociedad organizada, donde los jefes guerreros tenían una gran importancia, y dónde la belleza descolló no solo en la orfebrería sino en el diseño de sus barcos. Los mismos que posteriormente sirvieron para el saqueo de pueblos del sur como los Anglos y los sajones, eventos que permitieron que estos pueblos se convirtieran en leyenda, demostrado en relatos y poemas de la época como Beowulf, dónde los pueblos de esta parte son involucrados.
Además fue en territorio sueco dónde durante los siglos VIII y XII se desarrolló la cultura vikinga con los referentes que se conoce hoy día y fue este también, su punto de expansión hacia Rusia, Mar Negro, Países Bálticos...
Reino de Suecia:
Hizo su aparición hacia el siglos XI y se consolidó hacia el siglo XIV. Los pueblos principales de Suecia (suecos y godos) fueron unificados bajo la dirección de Olof Skötkonung o "Olaf, el Tesorero" llamado así por la acuñación de monedas con motivos cristianos. La importancia de este rey radica en la su fortaleza militar: aliando con Dinamarca pudo derrotar a los Noruegos para posteriormente hacer una repartición del territorio entre los dos. Este rey fue el primero en convertirse al cristianismo y reforzar la presencia de los misioneros en el territorio.
Época Feudal y Unión de Kalmar:
Debido a que la monarquía perdía poder para finales del siglo XIV la aristocracia del territorio, que además gozaba de poder económico, absorbiera el poder controlando mucho de lo que sucedía en la corte, fue así como este sector obligó a Alberto de Mecklemburgo a renunciar al trono quedando en manos de Margarita I quien ya reinaba en Noruega y Dinamarca, constituyendo así la Unión de Kalmar (1397), bajo la cuál se acogía a Suecia como un reino más bajo una misma corona. Sin embargo y a pesar de que esta unión perduró por un siglo, fue marcada por las constantes guerras entre daneses y suecos hasta que en 1520 el Rey Cristian II decidió invadir territorio sueco (Ya era rey de Noruega y Dinamarca) masacrando a sus detractores lo que en 1521 desembocó en una rebelión que lo destituyó, aunque conservó alginas de sus posesiones.
Después de este hecho, Suecia se retiró de la Unión y su gobierno se formó, en una corona independiente bajo Gustavo I de Suecia, quién gobernó toda su vida desde que asumiera la corona en 1523, bajo su mandato se consolidó el sistema monárquico en Suecia y además se hizo de este un sistema hereditario, y se estableció el luteranismo como la religión oficial.
Posteriormente Suecia se consolidó como una de las potencias europeas a través de la participación de la agitada vida del continente. Durante el siglo XVI Suecia fue una importante potencia militar, al punto de que la región de Reval, en Estonia se declaró bajo protección de este país, además sus conquistas por el continente se acrecentaron, sobe todo el mar Báltico, y sobre algunos territorios en Rusia y Polonia.
Sin embargo, este país tomó la decisión de participar en la Guerra de los 30 Años y fue allí dónde comenzó si descenso. Aún así, con el tratado de Westfalia consiguió gran cantidad de posesiones, sobre todo el Alemania, gracias a lo cuál, pudo participa en la vida política del Sacro Imperio Romano Germánico. Como potencia Militar en el Báltico, este país se alió en varias de las campañas francesas, sobre todo bajo el reina de Luis XIV. Desafortunadamente, esto le supuso un gran desgaste económico y fueron vencidos por el elector Federico Guillermo, a pesar de sus aliados.
Por esta misma época, al interior de Suecia se avecinaban grandes cambios, al punto de que se desestabilizó su vida política en detrimento de las libertades fundamentales cuando Carlos XI se apropió del poder y convirtió a Suecia en un Estado Absolutista.
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